gélida de tanta brisa
que en un verano frió
atacado por la hipocresía
no había espacio para el rencor
cuando usted por mi lloró
si en las noches aquel cantor
en sus ríos navegó
tu padre me decía basta
no te quiero cerca de ella
pero es que el no recuerda
quien le secaba la lagrimas a su nena
me decía que no merecía
que no era hombre para ella
que solo era un manipulador
cretino, que se aprovechaba de ella
lo que no contaba era que de todos
los príncipes que escogía por sus trapos
de 25 que se postulaban
25 terminaban siendo sapos
20 cartas que ella recibía
seguía llorando
porque no estaba la que
siempre esperaría
y es una sola lección
que le intento inculcar
en la mente y en el corazón
no hay quien pueda mandar
ahora que la tiene en esa sala de hospital
con la muñecas cortadas y los golpes
que le brindaba ese animal
recuerda que era yo el que tenia que aceptar
no tenia el dinero que usted quería ostentar
pero en el corazón el dinero no es de importar
importaban las caricias y el hombro
que noche a noche le podría brindar
aunque me duela, tengo que partir
decir adiós al único amor que pude compartir
no le guardare rencor por los actos cometidos
solo quiero que quede en su mente que el
culpable es usted mismo
yo la tendré todas las noches abrazada a mi recuerdo
y usted buscando terapias para estar cuerdo
es el castigo de un karma que lo ataca con razón
por querer dominar lo que sentía un ajeno corazón
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